La World Wide Web acaba aquí.

Has llegado a la última página de Internet.

Este es el final del camino.
Delante no hay nada más, solo la brisa de la eternidad.Ya no hay más sonidos o imágenes, tan solo los murmullos de otra vida esperando ser conectada.
Detrás lo está todo, un reguero de migas sobre un camino de baldosas multicolores creadas con unos y ceros.

¿Has sido una buena persona?
¿Has visitado sitios interesantes, has aprendido por el camino?
¿Has reído, has disfrutado?
Si es así, el viaje ha merecido la pena.

De lo contrario no te desanimes. Aún queda mucho por aprender, por experimentar, por vivir...
Has llegado al final, pero esto no es el final. Visita otra página, carga otra partida o levanta la mirada de tu dispositivo para abrazar una vida que se extiende más allá de esta frontera digital.

Vive como quieras pero nunca olvides que existes, que eres importante, que dejas huella. Nadie es tan pequeño como para no dejarla.
Siempre habrá alguien que te recuerde y que te quiera. Y si no es así, es porque aún no la has encontrado.
Está ahí, créeme, brillando de una forma especial.
Puedo verla desde aquí, desde el final de Internet.

Cuando la encuentres, trátala bien, dile lo que sientes, porque no siempre estará ahí. Un día, ella también se convertirá en un recuerdo, al igual que tú, y aquí dentro tan solo quedarán vuestros unos y ceros, estáticos, para siempre.